domingo, 6 de agosto de 2017

Historia de dos hermanos

La vida es una sola, así que por eso escribo esto,  porque ya me cansé de vivir así, porque se que voy a terminar muerto en cualquier momento, y quiero que mi familia tenga una explicación acerca de los acontecimientos que van a suceder
Estas eran las primeras oraciones que había encontrado Fabricio en la casa de su hermano, ese mismo día su hermano lo había llamado pidiéndole disculpas por todo, que no se arrepentía de nada de lo que iba a hacer, pero se lamentaba si algo de esto  le traía dolor a él, su único hermano, o a alguien de su familia.
Tenía miedo de seguir leyendo, no quería ni enterarse de las locuras que podía hacer su hermano.
Siempre fue un tipo complicado, nunca tuvo amigos, siempre encerrado en sí mismo, escribiendo, leyendo. Nunca salía de joda, y cuando lo hacía era algo eventual, porque no mantenía un grupo de amigos, y eso le hizo mal notablemente, pobre Franquito, siempre tan solo, nunca nadie para contar tus problemas, yo tan ocupado en mi carrera, en las mujeres, que no me di cuenta que mal que estabas, que podías terminar así.
Me di  cuenta que mi obsesión con la lectura me llevó a ser alguien inútil, alguien que sabía mucho pero no hacía nada, solo contemplaba la realidad y sacaba conclusiones para sus adentros, pero ninguna de esas conclusiones llevaba a nada, solo a amargarme con el mundo por ser tan injusto, y encerrarme más en mi mismo
Su departamento está vacío, ya van dos horas que espero acá, y Franco no aparece. Supongo que esto en parte es mi culpa, yo de chico lo ninguneaba, a veces lo golpeaba, yo debía ser su figura protectora, debía ayudarlo a entrar al mundo, y solo le hice tener miedo de la gente, le hice sentir inseguro, no le mostré como relacionarse con la gente, terminó viviendo en un mundo virtual, onanista, misántropo. Mis propios amigos se burlaban de él cuando salíamos, y yo los dejaba, las minas con las que salí lo miraban como el hermano raro, y yo se los permitía.
Pensé, bueno, problema suyo por ser tan bobo, yo que culpa tengo, ojalá un día se vaya de casa y aleje de mí su dejadez, su constante critica a todo, su falta de tacto arruinando siempre reuniones en casa, obligándome a evitar traer gente a casa.
Como la vez que enfrente de todos se empezó a quejar del mal olor de unas de las chicas que habíamos traído con mis amigos, hasta que trajo un perfume del baño y la empezó a rociar, la chica empezó a llorar y se fue de casa, media hora después se terminaron yendo todos, ya nadie se sentía cómodo en ese lugar.
Cuando volví de despedir a mis amigos y pedirles disculpas por todo, él estaba sentado en el sillón mirando la tele, me puse enfrente suyo y le empecé a pegar, él no me detenía, ni siquiera lo intentaba, paré cuando sentí que era un peso muerto. Lo solté y simplemente se quedó ahí tirado chorreando sangre. Yo me fui a dormir llorando, por bronca o por culpa, no sé. Cuando me desperté, el todavía seguía ahí, lo metí debajo de la ducha para que nadie lo vea, aunque tenía la cara magullada, era más fácil disimular una mentira si le lavaba las heridas.
Después mi padre me regañó un poco, pero en realidad lo que le importaba era que no se entere mi madre cuando llegue, a él en realidad le chupaba un huevo que yo haya cagado a palos a mi hermano, lo único que le importaba era que no lo jodan, que no lo jodamos nosotros con nuestros problemas fraternales, y que no lo jodiera mi madre, con sus planteos constantes, con sus constantes lloriqueos, que no puedo hablar, que no me escuchas, que mi vida es una mierda, bueno mi amor pero podes volver a estudiar, pero que ya estoy muy grande para ponerme a estudiar, hay chicas de mi edad que ya se están por jubilar de la docencia, pero bueno no sé qué queres que te diga mi amor, y así mi mamá se la pasaba acostada todo el día mirando televisión, deprimiéndose y deprimiéndose cada vez más, quejándose de su vida pero no haciendo nada para cambiar. Muchas veces descargaba su bronca en nosotros, no de forma física, pero sí revoloteando siempre alrededor nuestro, siendo sobreprotectora,  mimándonos demasiado. Yo por suerte pude salir de eso cuando me fui a vivir solo con un amigo a los veinte, pero, mi hermano siguió siendo siempre el nene de mamá, y eso entre otras cosas lo volvió idiota.
Solo quería ser aceptado, pero no, todo el tiempo sentía que me rechazaban, que me acercaba a alguien y al toque me tacha con alguna etiqueta, siempre en desventaja frente al resto, siempre en falta, siempre el pelotudo…
Hace unos años empezó a ir a la universidad de Ciencias Sociales, empezó a comprarse libros  por su cuenta, libros de Filosofía, de Historia, de Política, no sé ni que autores leía porque a mi esas boludeces nunca me interesaron, demasiadas palabras y poca acción, giles como esos nunca van a cambiar el mundo, la gente de acción es la que lo hace, hombres con los huevos de hacer lo que sea necesario para imponer las cosas, porque la gente por sí sola no puede hacer nada, son débiles, a no ser que tengan una pistola enfrente con el cañón apuntando a su frente no pueden auto controlarse, dejar de ser inmundos, alejarse del comportamiento de los simios para pasar a ser señores, solo el orden y el respeto a un poder más grande lo pueden lograr.
Eso lo aprendí cuando empecé a estudiar en el colegio militar de la nación, cosas que en mi casa no se sabían ni por asomo, los quiero mucho y los aprecio, y voy a estar en primera fila ante cualquier necesidad que tengan, pero son unos pusilánimes, por algo mi hermano salió como salió, yo por suerte pude salir de eso, porque soy fuerte, porque soy decidido, pero el pobre idiota no.
La primera vez que me sentí aceptado, contenido, fue en la universidad, podía quedarme todo el día, más allá de los textos que me fascinaban, podía quedarme charlando con mis compañeros, debatiendo, me la pasaba más escuchando que hablando, me sentía tan ignorante ante ese acople de ideas, ante ese bugir de ideas que no dejaba pasar la idiotez puertas adentro de la facultad. Ya meses después de ingresar dejé de ir por las materias, por la carrera en sí, iba por la gente, por los profesores y su ida y vuelta con los alumnos. Obvio que había un montón de giles que se pensaban que por leer un par de fotocopias de Marx ya querían la revolución del proletariado, o que por leer diez oraciones de Nietzsche ya se creían en otro plano de la realidad.
Sí hay algo que aprendí en este tiempo era que ningún libro ni ningún autor por sí solos te mostraban la verdad, y que la acción solo debía tomarse luego de meditación acerca de todas las posibles opciones, evaluar todas las posibilidades en la mente, que todos los eventos posibles sucedan en mi mente para que nada se escape de mis cálculos.
Toda mi vida se debatió en una sola obsesión, hacer algo que marcará mi época, algo, una sola cosa, tan potente, que no harían falta más acciones para que mi persona pase a la posteridad.  
Siempre pensé que esa acción que me llevaría a la posteridad sería una obra literaria, un libro, de chico siempre fui fanático de los comics, empecé a leerlos por los comics de superhéroes que mi mamá me compraba cada vez que me tenía que llevar al médico, porque era imposible mantenerme quieto, bah, quieto me quedaba, pero por dentro me carcomía la ansiedad, se me desencajaba la cara porque era una tortura para mi quedarme sentado esperando por algo indefinidamente, porque si me hubieran dicho, en media hora exactas el médico te hace pasar, yo me hubiera calmado, pero no, era todo indefinido, indeterminado, eso me mataba, me trastornaba, necesitaba seguridad en mi vida. Los superhéroes me daban eso, no importaba que pasara, que ser megalómano y super poderoso quisiera dominar el mundo, arruinar el día o destruir el universo, no importaba, Superman, Batman o quien sea, iban a estar ahí para salvar a los habitantes de Gotham, de Metropolis, para salvarme.
Pero lo que me importaba, era que cada hecho, era necesario para que un ser humano real pasara a la psoteridad. La idea de vencer a un villano para pasar a la posteridad ya estaba latente desde ahí supongo, Lex Luthor, el Joker, no existen en este país, ni en ningún otro que yo sepa, pero eso no significa que no existan otros villanos.
Pero mira la sarta de pelotudeces que se pone a decir, que superhéroes que esto que el otro, siempre vivió en la fantasía este pibe, no sé que carajo debe estar haciendo pero seguro que se viste de batman y se pone a rescatar gatitos como ese pelotudo que apareció en el noticiero el otro día.
El día que este chico haga algo que valga la pena va a ser cuando consiga un trabajo como la gente, pero que pasar a la posteridad ni que ocho cuartos, que sea Alguien primero que nada.  
Ser alguien no es cualquier cosa, es ser una persona con poder de decisión, que maneja su vida y la modifica a su antojo, sin dejar que nadie lo pase por encima, una persona que proyecta su futuro y hace lo que tiene que hacer para llegar a eso.
Mi sueño, mi proyecto hace varias décadas fue hacer lo mejor por mi país, lo mejor, y no solo de palabra, como esos zurditos que salen a hacer manifestaciones, con bombos, banderas, gritando, peleándose con la policía, quemando gomas y pintando el espacio público. ¿Qué consiguieron con eso? Nada. Solo son unos bebes llorando para que un ente paternal les solucione los problemas, si los dejaras por sí solos, se matarían entre ellos, y ya ha ocurrido, necesitan un enemigo con el que estar enojados constantemente, su motor es el odio, si alguien bajara y les diera lo que pidieran, exactamente lo que pidieran, encontrarían algo más de que quejarse. Porque ni siquiera sus bases y sus ideas son claras, se basan en textos de hace más de cien años, que no son acordes a la sociedad, y que, ni ellos se ponen de acuerdo en la ideología de sus ideólogos principales, ya que todos son hermeneutas, y todos tienen su propia versión de lo que quiso decir tal o cual autor, dependiendo de la realidad en que se manejen. Me dan asco.
Me ha tocado muchas veces estar en manifestaciones, yo no levanto mi mano contra otros seres humanos, pero la mayoría de las veces me toca estar enfrente de monos, monos enojados porque les quitaron una banana del racimo.
A los dos años ya estaba escribiendo en la revista de la factultad, primero empecé cubriendo eventos estudiantiles, como que tal día aumentaban las fotocopias, o tal otro dia conmemorábamos a un profesor muerto querido por los alumnos, haciendo una mini biografía de quinientas palabras explicando quien carajo era el tipo.
Luego seguí igual, pero ya dejando entrever mi subjetividad, tomando partido cada vez que podía, expresando mi opinión, no  sé si a la gente estaba de acuerdo o no conmigo, pero yo me sentía muy cómodo haciéndolo, era la primera vez que sentía que mi opinión valía, que tenía peso.
Toda mi vida fui ninguneado, cada vez que quería opinar de la realidad, acerca de como somos manejados, la gente me miraba raro, hasta mis propios amigos, como diciendo “¿Por qué siempre tenes que arruinar todo con esos comentarios aburridos?”. Pero acá no, aunque era por escrito, y no recibía comentarios directos acerca de mis dichos, era muy relajante tener un espacio, aunque limitado, para expresarme:
“Al día de la fecha el profesor Marcos Gomes faltó y no dará clases por toda la semana. La versión que nos llegó a la redacción es que el pobre profe Marcos esta enfermo y no se puede levantar de la cama.
Lo que puede escuchar cualquier persona que salga un poco a los pasillos de la universidad es que el profesor Marcos Gomes es una vago, pajero de mierda, que aprovechó esta semana para salir con alumnas, algunas voluntarias, y otras por coacción ya que deben materias. Mientras se da estos placeres individuales perjudica a todo el alumnado que cursa la materia de Introducción a la Psicología I. Propongo la pronta remoción del profesor, y un mejor control acerca de las licencias en general, ya que los profesores no pueden abusar del presupuesto público de esa forma, el estado no está para que ellos se tomen vacaciones.
“Hoy, en una muestra más de las políticas nefastas de este rectorado, han despedido a la profesora Veronica Ojeda, una excelentísima docente, que tal vez su único pecado fue mostrarle un poco la realidad a sus alumnos en su clase de taller de escritura, y no solamente bajar línea constantemente, mandar consignas y textos densos para que los alumnos se los memoricen y se los olviden al otro cuatrimestre. Una profesora que hacía que las clases de su materia se aglomeren de alumnos entusiasmados por los debates que se armaban, habiendo alumnos que dejaban la facultad en su totalidad excepto la materia de la señorita Verónica. Otra decisión inentendible de parte de la cúpula de la facultad, que solo se entiende por la antinomia entre las ideas políticas de la profesora y el rector Machado.
“Hoy se acaba de romper una cañería en el ÚNICO baño de mujeres de la facultad, el único baño para dos mil alumnas que recorren todos los días los pasillos de la facultad. El único baño, que obviamente fue cerrado, obligando a todas estas chicas a ir al Mc’donalds de enfrente. Patético.
Por otra parte se acaba de inaugurar la nueva oficina del rector, con baños en cada planta, ascensor, y helipuerto. Que tengan buenas tardes”
“Hoy acaba de ganar el nuevo partido formado por una coalición dedicado a ganarle al grupo estudiantil que nos estuvo representando por los últimos diez años. Más allá de la redundancia de decir que estoy en contra de decir que estoy en contra de cualquier grupo o persona manteniéndose tanto tiempo en el poder, también me parece valedero remarcar que el nuevo grupo son una banda de inútiles rejuntados específicamente para ser títeres funcionales al nuevo rector, más inútil que el anterior, que a la vez es funcional al nuevo gobierno de facto que encabeza el poder en la Argentina hace dos meses.
El que sepa sumar dos más dos sabrá que luego de publicar estas palabras, me cesaran de mi columna inmediatamente, obviamente no  será una orden directa, todo será coaccionado, como todos los cobardes de estos militares hacen. Y sí, mi hermano está en la cúpula del poder, y para los que andan hablando, sepan que no nos une más que el apellido, yo estaré siempre y hasta que me muera de lado del pueblo, y ahora mismo, al terminar estas palabras, encabezaré una parte de la resistencia. Sepan que sabrán muy pronto de mí, y cuando escuchen mi nombre, será con una sonrisa.
Pero de que carajo habla este pibe, ¿Todo esto es para recriminarme haberles dado su merecido a esos blandengues de la universidad? Se lo buscaban, tomaron las aulas por dos semanas, empezaron a realizar proclamas al que los quisiera escuchar en contra del gobierno del general. Se los tenía que borrar, y rápido, por el bien del país, de la nación toda.
Este hermanito mío siempre vio en pequeño, nunca supo ver el macro de las cosas, ve a unos pares de pusilánimes siendo golpeados y para él es el fin del mundo, pero si viera la totalidad del cuadro se daría cuenta.
Se daría cuenta que esos idiotas solo entorpecen el orden nacional por unos ideales que estaban bien para su época, pero las sociedades son otras y ya no son aplicables. Pero ellos no, viven en sus mundos idealizados donde el mundo será feliz cuando todos hagamos una enorme ronda tomándonos de la mano y cantemos Imagine.
Siempre viven de eso, de ideales, en vez de ver la realidad tal cual es y tratar de cambiarla. Desde su punto de vista somos todos unos gorilas sin alma que se cagan en la clase baja, pero si vieran las cosas desde esta perspectiva sabrían que no se puede tener satisfecho a toda la población, que hay que elegir, y que mientras el cincuenta y uno por ciento de los habitantes estén satisfechos, significa que hemos hecho bien nuestro trabajo.
Pero no, para ellos es la perfección o nada, ven el vaso medio vacío todo el tiempo, sin hacer nada para ayudar a llenar el vaso, solo critican y critican, exigiendo además que el estado los ayude a mantenerse a esos vagos de mierda. Si tuvieran un poco de perspectiva, podrían ver las cosas por encima, y darse cuenta de que es lo que le hace bien al bien común, en vez de ponerse a lloriquear por los indigentes del barrio, que por algo llegaron ahí, si les preguntaran, uno seguro que es alcohólico, el otro de tanto drogarse terminó ahí, el otro se mandó alguna cagada en el trabajo que terminó en la calle, etc. No son pobres víctimas, cada uno construye su destino. Y yo construí mi destino, cuando empecé a escalar, y hace dos años, el general, cercano a su muerte me eligió como su sucesor.
Y no voy a dejar que nadie se interponga entre mí y el orden nacional, que contaminen la cabeza de mis conciudadanos con ideas subversivas venidas del extranjero.
La única molestia que no logro borrar y que se me es esquiva es la organización “La Tortuga”. Una organización clandestina que ya había surgido hace cinco años, se pensó que al estar el general viejo ya no podía con molestias como esta, los subestimamos, y pensamos que eso sería una razón más para que el general se retire al extranjero y nos deje la labor a la siguiente generación.
Pero yo ya estoy hace dos años y logran evadir mis redes una y otra vez, si no fuera por ellos diría que mi gobierno es más ordenado que el de mi ilustre antecesor, pero esa organización de pusilánimes logra imprimir e imprimir panfletos subversivos todo el tiempo. Tenemos controlados a todos los imprenteros del país y ninguno de mis amigos en los países limítrofes los ayudaría y sin embargo siguen y siguen imprimiendo, y en una tirada que es imposible con algo tan precario como se supone tendrían con los controles que imponemos.
Pero lo peor, lo peor, es que en sus panfletos revelan información, información crucial, privada mía, que la aprovechan para ridiculizarme, con data que solo saben mis amigos más cercanos y mi familia. Los investigué a todos, hasta al inútil de mi hermano, pero desde que lo alejé de ese grupito de la universidad por el bien de mí madre hace diez años se pasa todo el día tomando y viviendo de las facilidades de ser el hermano del sucesor del general.
Lo tengo vigilado todo el día igual al idiota, ya no puedo confiar en nadie, el precio de estar arriba de todo, de dar todo por tu país, es la soledad, todos quieren atentar contra vos, hasta tus amigos, la sed del poder los mata, y el miedo es lo único que los mantiene a raya, ya no se los mantiene leales a través de los ideales como cuando me adherí a todo esto por las oratorias de el general, por la forma en que agarró un país inundado de guerrillas, de ideas ilusorias que se dispersaban como la peste entre el populacho. Y el populacho reconoció cuando tuvo a un líder fuerte frente a ellos, y lo supo seguir, para su bien.
Y hace cincuenta años que el orden reina en este país y no voy a dejar que un par de buenos para nada perturben la paz que venimos construyendo hace años, ladrillo por ladrillo, para que vengas estos, pretendan tirarnos abajo, y que reine la anarquía, donde todas sus ideas perversas y sucias pululen por aquí y por allá, donde ya no se respete a la familia, donde no se respete la monogamia, donde sean todos sucios pecadores, que es lo que son ellos, pero al volverlos a todos igual de sucios que ellos, ya no se sentirían tan excluidos, porque lo que quieren es bajar el nivel de la sociedad al suyo, en vez de elevarse ellos.
La virtud ya no se cultiva como lo hacía Sócrates, ya nadie busca la esencia de la verdad, de la justicia, de la bondad, de la valentía.  Sócrates sí que sabía, no como luego los que vinieron a refutar sus ideas con lo “Relativo”, yo los leí, y no digo que sean unos ignorantes, pero mas allá de si están en lo cierto o no, esas ideas no le hacen bien a una sociedad, no le son funcionales, uno le tiene que dar ideas firmes al populacho, para que no se desoriente, no le podemos decir que lo bueno y lo malo depende del pensamiento de cada uno. ¡No! Lo bueno es la Patria, lo malo son los Subversivos.
Te escribo esto más que nada para que sepas el porque, para que cuando pase lo que tenga que pasar, no sientas esa incomodidad que siente cualquiera cuando sabe nada y está lleno de incógnitas teniendo el vacío ante ellos. Uno acepta mejor su destino si sabe el porque, nadie quiere sentirse un ignorante en su último pestañeo. El porque, en realidad, esa pregunta que todos ansiamos en un plano mas existencial, nadie llega a retenerlo, pero sí te puedo dar el porque de ciertas cosas:
Cuando me echaron de la facultad, por mis dichos, bajo la excusa de incitar a la violencia. Yo sabía igual que era una liviana forma de decirme que o me borraba del mapa o  terminaba mal. Yo quería seguir haciéndole la contra a la dictadura pero mis amigos que ya habían pasado a la clandestinidad ya no me querían con ellos, me había expuesto mucho, y era el hermano del nuevo líder de la Revolución Liberadora. Yo no pedí el hermano que tuve, no pedí que me cagaran a palos desde chico, ni que ser hermano tuyo me aislara de todas mis aspiraciones.
Cuando me quede sin posiblidades de concretar mis aspiraciones, viniste a buscarme, me diste a entender que tranquilamente si no tuviera el apellido que tenga ya podría estar muerto y nadie se preocuparía por mí, pero que compartimos padres, y no quiero cargar la vergüenza de tener  un hermano muerto siendo una figura tan pública, así que te propongo que te vengas para casa, te doy el cuarto de invitados, no te pido que trabajes  de nada, mantenete ahí, respirando, que  mamá y papa te vean, bien, sonreí cuando estes con ellos, si queres podes escribir y me encargo de que tus libros sean publicados y vendidos, siempre que no publiques ninguna boludez, o podes tener una bandita de rock, o pintar, o lo que sea, no te bañes si te hace sentir mas artista, me chupa un huevo, simplemente no me rompas las bolas, yo te aseguro que vas a vivir mientras madre viva, vos asegúrate de no interponerte en mi camino,
Esas fueron tus palabras textuales, las recuerdo, marcaron el comienzo de mi ocaso, y sé que no tenes la culpa, tranquilamente podría haber rechazado tu “ayuda”, podría haberme rebelado y afrontar las consecuencias como un hombre. Pero vi una zona de confort y me sedé y me quede en tu casa, haciéndole chistes diariamente a mis viejos para que alegrarles un poco la vida después de tanto tiempo alejados, para darle algún sentido a mi vida, sentir que estaba haciendo algo útil alegrándole la vida a dos abuelitos.
Seguí tu consejo y bajo el amparo de que económicamente no pasaba problemas me dedique a leer y escribir. Cero actividad física. Al ser yo se me permitía leer cualquier cosa, desde textos Marxistas hasta historietas porno censuradas por el gobierno guardadas en un depósito, hasta podía disfrutar de una sala de cine exclusiva para mí, en la que me internaba todo el día e intentaba apagar mi cerebro con la excusa de estar elevando mi espíritu con el séptimo arte, pero la sensación estaba ahí, de que, al final, nunca termine haciendo nada con mi vida. Y que, por mas que me viera todo el cine y me leyera todos los libros del mundo y escribiera la mejor obra poética y/o literaria, mi vida no cobraría sentido si no pasara a la acción, la que sea, pero la abstracción solo cobra sentido en cuanto la acción la acompaña en ideología y ética.
Empecé a averiguar donde se situaban mis amigos de la facultad, juntándome con ellos llegué a saber del grupo “La Tortuga”, les ofrecí mis servicios siempre que pueda mantener el anonimato, me sentí avergonzado de ser tan cobarde, pero ellos estuvieron de acuerdo, es más, me dijeron que les convenía mas así ya que les podía dar información privilegiada a la que nadie más accedería, y ya verían la forma de que pueda divulgar falsa información entre el gobierno para confundirlos y que sea difícil rastrear al grupo.
Te contaría las cosas que me hicieron pasar para aceptarme, para hacerles creer que podían confiar en mí, pero se que te importa poco y al final de cuentas no te aporta nada para saber porque hago lo que hago, vos sos un tipo practico, te importan las acciones, las motivaciones y las ideologías te las pasas por el orto.
Así que voy a ser simple: siempre te odié, tal vez sea una visión muy simplista, pero te hago culpable de todo lo malo que me pasó en la vida. Cuando era chico me volviste un fóbico social al cagarme a palos por cualquier tontería por la que discutiéramos, le pasé a tener miedo a la gente, tenía miedo de que todo el mundo sea como vos y de que ante la primer confrontación me volvieron a reventar la cara como vos lo hacías eventualmente. Temía enojar a nadie, no quería oponerme a nadie con mi opinión, y cuando alguien me levantaba la voz temblaba.
Luego en la universidad sentí que pude empezar a expresarme y lo hice como ya te conté, pero solo volviéndome un alcohólico, robando plata de casa para poder emborracharme y dejar de sentirme tan cohibido con todo, dejando de sentirme tan intimidado cada vez que charlo con un grupo nuevo, cada vez estoy con una chica, tarde dieciocho años en tener mi primer experiencia sexual.
En la facultad al año ya no estudiaba, lo único que hacía era emborracharme y escribir en mi columna. Aprovechaba cualquier excusa para quedarme todo el día en la facultad, aunque sea tirado charlando con alguien, pero ya cualquier cosa era mejor que estar en casa, de estar encerrado todo el día con miedo, ahora no conseguía saciar mi necesidad de libertad.
Pero eso se terminó eventualmente, y tuve que resignarme a mi vida de payaso de mis padres mientras vos manejabas el país, y eso me dio por las pelotas, y esta es mi payback.
Estas hojas estaban envenenadas con polvo de ricina, tenes ocho horas a lo sumo antes de que empieces a agonizar. Trata de morir en paz.
Si la política es alejada de las fuerzas de las ideas, se convierte única y exclusivamente en el ejercicio del poder

Arturo Illia